Me veo ahí. Soy yo. Muerta. Casi nadie llora. Algunos se desesperan, no por mi muerte, sino por el tremendo calor. ¡Qué horrible aspecto tengo! He visto muertos más bonitos. En fin. Un vaivén de gente. Escucho susurros que especulan sobre mi partida. Veo que un heladero se aprovecha de mi velatorio. Una jovencita, que cae desmayada afectada por mi muerte, gradualmente abre los ojos para ver si está causando sensación. Mis hijos descansan bajo un árbol del patio. No lo han asimilado o me olvidaron antes de enterrarme. Sentados, manipulan el celular, cambian su foto de perfil. Ahora anuncian su duelo colocando una imagen con el famoso lazo negro. Reciben comentarios. -¿Qué hacen chateando? ¡Oh sí! Luto virtual. Mis primas vienen de la capital a reencontrarse con sus antiguos novios. No, perdón. Vienen a mi entierro. Suena el teléfono, se apresura el silencio entre los pocos que lloran. Dejan el llanto por un instante, ahora es como si todos quisieran enterarse de la s...
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ResponderBorrarHola mi profe querida desde la infancia le quiero dar gracias y a la misma vez felicitarla por ser una mujer ejemplar tanto como mujer y profesora de las mejores usted es una y gracias por aplicar su inteligencia su profesionalidad en mi y en muchos estudiante pero para mi no sólo fue maestra fue amiga, compañera y madre Muchas felicidades
ResponderBorrarAtt:Wilmer Reynoso