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Mostrando las entradas de abril, 2021

La rana que quería ser una rana auténtica

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Había una vez una Rana que quería ser una Rana auténtica, y todos los días se esforzaba en ello. Al principio se compró un espejo en el que se miraba largamente buscando su ansiada autenticidad. Unas veces parecía encontrarla y otras no, según el humor de ese día o de la hora, hasta que se cansó de esto y guardó el espejo en un baúl.  Por fin pensó que la única forma de conocer su propio valor estaba en la opinión de la gente, y comenzó a peinarse y a vestirse y a desvestirse (cuando no le quedaba otro recurso) para saber si los demás la aprobaban y reconocían que era una Rana auténtica.  Un día observó que lo que más admiraban de ella era su cuerpo, especialmente sus piernas, de manera que se dedicó a hacer sentadillas y a saltar para tener unas ancas cada vez mejores, y sentía que todos la aplaudían. Y así seguía haciendo esfuerzos hasta que, dispuesta a cualquier cosa para lograr que la consideraran una Rana auténtica, se dejaba arrancar las ancas, y los otros se las comían...

CUENTO "TENIENTE SOSA" DE NATHALIE GARCÍA

Publicado en Periódico El Jaya   Teniente Sosa Está sangrando. Una pedrada en la frente puede matar. Se esconde tras el camión, pero este arranca y solo deja un ronquido. Hace días viene pensando en su futuro. Había considerado retomar sus estudios. Lanzar bombas a los estudiantes no es lo suyo, pero no se piensa lo mismo con la frente rota. – ¡Encuentren a ese infeliz! Corre. No le queda gas. El lacrimógeno se le cayó junto con el arma. Se cubre entre los barriles de basura. Hace intento de respirar profundo, pero ese rincón huele a mundo podrido y a demandas incumplidas. – ¡Se escondió por allá! Los cristales vuelan como granizos afilados y los comercios cierran sus puertas a toda prisa. Todo es lanzado y a nadie le importa lo que se tira, cuando se tira con tanta rabia. En su casa, su hija o al menos eso él espera. Ruega que haya podido salir a tiempo del centro educativo. Allí comenzó todo porque los abanicos están dañados. Era una protesta cualquiera, un día cualquiera. Cuando...