La llegada de Perseverance a Marte
Por Emiliano Razstocky
El 18 de febrero del
corriente 2021, quienes estábamos siguiendo en vivo (u online) el minuto a
minuto a través de las plataformas de comunicación de la NASA, nos regocijamos
al oír que a las 20:55 UTC el rover Perseverance de la misión MARS 2020 de la
agencia norteamericana había descendido satisfactoriamente sobre la superficie
de Marte. Habían pasado ocho años y medio desde el último amartizaje de un
rover, el Curiosity, sobre la superficie del planeta.
Perseverance, una versión
mejorada de su predecesor Curiosity, es el modelo más avanzado y sofisticado de
la serie de rovers construidos para hacer ciencia en Marte. El Mars Sojourner
(amartizaje en Julio de 1997) fue el rover pionero de la serie1 Anteriormente,
sólo el “Lander” Viking 2 de la NASA (una estación fija de investigación) había
logrado con éxito posarse sobre la superficie del planeta rojo.
Se estima que el costo
total del proyecto, esto es, diseño, fabricación y operación, demandará un
total aproximado de 2.500 millones de dólares.
El Perseverance Rover tiene
una masa de 1050 Kg. Fue trasladado a Marte en un spacecraft o nave
contenedora, la cual además de ofrecer la protección al instrumento sobre toda
su travesía interplanetaria, fue la responsable de depositarlo con éxito sobre
la superficie del planeta. Esta nave constó básicamente de cinco subsistemas:
la etapa de crucero, el caparazón posterior, la etapa de descenso, el rover
Perseverance y el escudo térmico.
El Perseverance fue
diseñado y construido para realizar investigación sobre la superficie de Marte
con una duración de al menos un año marciano (687 días terrestres). Cuenta para
ello con siete instrumentos científicos de vanguardia, los cuales proveerán
información sobre la geología, la atmósfera, las condiciones ambientales y
posibles firmas biológicas de Marte. Además de estos objetivos científicos, el
Perseverance ayudará a allanar el camino para futuras expediciones humanas a
Marte a través de demostraciones tecnológicas; éstas incluyen: probar un método
para producir oxígeno a partir de la atmósfera marciana, identificar recursos
valiosos (como el agua subterránea), mejorar las técnicas de aterrizaje y
caracterizar el clima, el polvo y otras condiciones ambientales potenciales que
podrían afectar a los futuros astronautas que vivan y trabajen en Marte.
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